Cuánto hay de sol en tu mirada Tus ojos sobre mĂ no queda oscuridad. Cuánto trae de fábula tu voz mi nombre crece en ti y se vuelve una canciĂłn. Y me siento nuevo, y es que llevo aquĂ, la invitaciĂłn, que tu mano inquieta, en puño y letra, graba en mi corazĂłn (las señas de tu amor).
Y llego a ti con la intensidad de un rĂo ambriento que busca el mar. Y vivo en ti no hace falta más que entrar al cielo en tus brazos y no salir jamás.