En una villa nació fue deseo de Dios crecer y sobrevivir a la humilde expresión de enfrentar la adversidad Con afán de ganarse a cada paso la vida. En un potrero forjó una zurda inmortal con experiencia, sedienta ambición de llegar de Cebollita soñaba jugar un mundial y consagrarse en primera. Tal vez jugando pudiera, a su familia ayudar. A poco que debutó Maradò! Maradò! La doce fue quien coreó Maradò! Maradò! Su sueño tenía una estrella llena de gol y gambeta y todo el pueblo cantó: Maradò! Maradò! Nació la mano de Dios Maradò! Maradò! Sembró alegría en el pueblo Regó de gloria este suelo.